Fantasma

By: Jacky Romero

De pequeña pensaba que los fantasmas solamente eran parte de lo sobrenatural. Que eran espíritus que acechan en una casa abandonada. El único método de comunicación de este mundo al de ellos es con la tabla de Ouija. Encontrábamos comodidad en la idea que solamente eran parte de cuentos de terror. De adulta aprendí que las cosas en verdad no son así y que le temía a los fantasmas equivocados. Estos se presentan en tu vida sin aviso disfrazándose como alguien especial. Son rápidos en aprender todo de ti: lo que te hace feliz, lo que te hace llorar, incluso tus peores pesadillas. Derrumban tus paredes y ponen tu mundo de pies a cabeza, cambiando tu vida en formas que nunca creíste capaz. Estos fantasmas no viven en hogares abandonados. Viven en tu mente y en tu corazón. Viven en canciones, fotos, y mensajes. En tus recuerdos. Estos fantasmas no mueren. Aparecen después de años, mandando señales, y no por la tabla de Ouija, si no por teléfono. Te recuerdan por simples notificaciones de que aunque no los veas, ellos siguen vivos y que no descansaran hasta que se diga lo que queda por decir. Algún día, incluso cuando te esfuerces al máximo para evitarlos, se te aparecerán cuando menos te lo esperes afuera de una cafetería en carne y hueso.